Bruma
Si el vaho de los cristales nos esconde,
amágale las manos al viento,
hurta la organsa que nos cubre
adorna de suspiros mi pelo destrenzado.
Que tus dedos bailen tango en mi espalda
cuando me riegues con azares ardientes
antes que la noche me descalce
y divulgue que pequeña… soy sin ti.
De todos los poetas que estuvieron el 29 de Noviembre en la Facultad de Humanidad, Obdulia llamó mi atención desde el primer momento que la vi. De todos parecía la más sencilla. Todos los demás venían ataviados y casi, casi, disfrazados; como si la poesía no bastase. O tal vez, pretendiendo ser alguien más.
Efectivamente, en el momento en el que empezaron a leer me di cuenta que tenía razón. Sin embargo, Obdulia siguió capturando mi corazón cuando nos regaló sus versos. No recuerdo ya el poema que leyó. Sin embargo comparto este que conseguí en Marca Piel.
Con respecto a este poema, al igual que todos los que he compartido en mi blog, me gusta porque me hace sentir identificada. Es un poema que devela misterios desde su primera imagen: "... el vaho de los cristales". Parece que las letras vuelan con el viento y bailan tango con los grandes encabalgamientos que componen el pequeño y tan significante texto.
Por último, aunque sí puede interpretarse como un poema erótico, me parece que se llegaría a una mejor aproximación si se analiza desde la imagen de la pequeñez, ¿por qué la necesidad de ocultar? ¿cuál es la vergüenza que esconden sus letras?
creo que esta es una de las mejores estradas de tu blog
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