Fuente |
Cerrados los ojos
siento que un hombre se mueve sobre mí
no, es el peso de la tierra
que ya asoma
su profunda lujuria.
Y cuando gusto su carga mineral en mi boca,
es el hombre que, de pronto, ha regresado:
yace quieto cual la tierra
y, como ella,
deja escapar ligeras súplicas.
A veces, creo haber nacido
para erguirme, fuerte,
sobre gastadas superficies.
Pero el íntimo saber
me hunde en mí misma.
A veces me cubre la tierra;
otras, el hombre.
Beverly Pérez Rego
Comentarios
Publicar un comentario